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Ataque a las estelas cántabras.

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Estela cántabra antes del ataque

Agrios días se asientan en Cantabria, curiosamente el temporal está coincidiendo con el ritmo de noticias que surgen en la región cántabra. Ayer, dábamos dos buenas noticias, por un lado la ruta Quetzal con su turismo y su beneficio para la región, por otro lado el anuncio de conservar al máximo la Cueva de Altamira; pero hoy la cosa no es tan buena, hemos amanecido con la noticia de un ataque vandálico a las estelas cántabras de la localidad de Barros.

Afortunadamente los actos no han deteriorado en demasía estos símbolos del patrimonio cántabro. El deterioro ha consistido en la grabación de un nombre y números, la otra, la de Barros ha aparecido golpeada y raspada en su superficie. Como el acto vandálico ha coincidido con la zona de masa que rellenaba un vacío de la pieza, la restauración de la estela no provocará daño ninguno a la pieza. Sin embargo el miedo ha cundido en la sociedad cántabra al temer otro acto vandálico.

Las susodichas estelas están relativamente protegidas, es decir, no están olvidadas pero no cuentan de las mejores condiciones para su conservación, tal vez por la creencia de que al ser gigantes durarán en el tiempo así como lo han hecho las pirámides de Egipto. Pero no más allá de la realidad, las estelas no son las pirámides ni en España la gente se preocupa por su patrimonio tanto como los egipcios por el suyo.

La alcaldesa de los Corrales de Buelna afirma que el consistorio municipal lleva tiempo pidiéndole al Gobierno Regional la creación de un parque de interpretación moderno que atraiga un aumento del turismo así como que dote de un mínimo de seguridad que evite estos sustos.

Desde aquí quería hacer un llamamiento a la gente, que echen una mirada a su alrededor y que vean que la destrucción de nuestro patrimonio no favorece a nadie de nosotros. Desde aquí mi absoluta condena a este tipo de actos.

Fuente: El Diario Montañes

Foto: Wikipedia

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