Una conclusión sobre las bicicletas
Publicado por JGCobo el .
En Cantabria se prefiere tragar humo a dar pedaladas; al menos, para moverse cada día laboral. A esta región no ha llegado aún la fiebre de la bicicleta con la intensidad con que lo ha hecho en otras ciudades europeas. Esto es lo que se desprende tras la lectura de la versión preliminar del Plan de Movilidad Ciclista, elaborado a instancias de la Consejería de Medio Ambiente, en el que se hace público un estudio que abarca desde el análisis de la situación actual de este medio de transporte, hasta la propuesta de medidas concretas para su mayor implantación entre los ciudadanos. Los datos de dicho informe apuntan a que, en la región, el uso de la bicicleta para acceder al trabajo o al centro de estudio es prácticamente irrelevante.
El diagnóstico sobre la salud del transporte en bicicleta en la región supone una condición previa para la posterior toma de decisiones concretas. De esta manera, se han inventariado un total de 38 vías ciclistas, distinguiendo gráficamente los recorridos existentes en condiciones aceptables o inadecuadas. En total, según el recuento, existen 188 kilómetros de carriles, pistas o sendas para ciclistas en Cantabria. La mayoría están asfaltadas, tienen una anchura aproximada de 2 metros y una longitud media de 4,5 km; se encuentran poco señalizadas y su uso, por lo general, es compartido con los peatones en plataformas segregadas (o no) de las vías a motor. Los conteos realizados sobre estas vías señalan que, por lo general, mantienen poca intensidad de usuarios.
Todo esto supone un nuevo reto para los dirigentes de la región así como para los que la habitamos, el retorno a la bicicleta supone una alternativa más que recomendable para ahorrar dinero y contaminar menos. Desde aquí hacemos una llamada a aquellos que puedan hacer algo para remediarlo y lo hagan, pues Cantabria es infinita pero también es única. Un saludo.
Fuente: El Diario Montañes
Foto: Ayto. de Santander
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